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domingo, 19 de septiembre de 2010

POEMAS DE JOSÉ ANTONIO MAZZOTTI (PERÚ)



ODA A LAS PARTERAS




Una noche completa deliberando con los instrumentos. Me pregunto
si tu oficio, como el de la muerte, trae alguna forma de alivio, no dolor,
que nos redima de la intensa ilusión de completar los días con hermanos, padres, camaradas
para quienes los actos que azuzamos son causa de contento
o de sabiduría.


Al borde de la cama es mi esposa atravesada
por espadas invisibles.
Como el gusano que teje, lentamente, la despojas
del tiempo, que la aplasta como un mar de calcio.
Se oyen gemidos en los otros cuartos, se trajina
en esta sala donde llegan y parten, ríen y transpiran
hermanos, padres, camaradas, pero siempre solos
el padre esperando el sueño, la madre
en el trance mortal que la desgaja
mientras el suave gusano contrarresta
con sus pausadas voces y sus manos el rigor de las hojas
haciéndole espacio al ente azul
que inunda el planeta con rechazo explicable.


Me pregunto
si tu oficio, contrario al de la muerte, trae una forma de dolor
que se transforma en la intensa ilusión de completar los días
con hermanos, padres, camaradas, fuera de los cuales cualquier forma de sabiduría
es un rostro ya sin rasgos que frente al espejo
apenas reconoce su sonrisa.


Que todos los espíritus del valle
bendigan tus mandíbulas batientes.





HIMNOS NACIONALES


Cuántos jóvenes sacrificados
y aún no calma su hambre el Minotauro.
Persio






II


Este espacio que habito se llama el Perú.
Limita por el Norte con las auroras boreales
por el Sur con un galeón encallado en el Estrecho
por el Este con océanos de lodo
por el Oeste con el Laberinto.
Va hasta donde va mi pensamiento, como una llave Rosa
que abre las arcas herrumbradas, pero que nos hunde
en una Torre de Babel volteada
a la manera del flan de las abuelas.
Y se le ha cortado la leche,
se le ha endurecido el azúcar.


Allá habitan mis semejantes.
Se encuentra lejos en el mundo, en un rincón
que sólo se ilumina cuando le sonríen, como la concha
que goza en su molusco y su molusco la gobierna:
pero nunca gobernaron los moluscos
sino los erizos, se salieron en una marejada
y hasta hoy se encaraman en los arrecifes
cuando sueltan las acequias su descarga.


Y se encuentra en el espacio y forma constelaciones
aún no terminadas de nombrar.






IV


Por eso morir es comenzar nuevamente
por el Hijo del Hombre, el que surgió
de las fronteras andrajoso, marcando como huellas de un pirata
los pasos de su cayado y deteniéndose
únicamente en los pueblos más brillantes.


Oh mira, caminante bastardo, no es suficiente ya el daño que has hecho
con tu existencia dudosa, tu condición de trickster y tus rayitos
señalando las estaciones y los límites
del día y la noche?
Dicen que saliste del lago, o que de la vagina de una cueva, a estas alturas
quién sabe.
Dicen que lloviste fuego y que empreñaste
con tu verga de pájaro a la chica más rica.
Pero si del viejo cadáver quizá aún salga una esperanza.
Quizá si el mismo pelo.
Quizá las mismas uñas.
Millones se han levantado con tu recuerdo y han dejado su filo dental
en maderones y en cuellos delicados, una por otra, se dijeron
la ominosa cadena los manifiestos más cursis
millones y millones se han levantado con una erección
sin lúcuma y sin sapo, sólo para contemplarte
saltando por los aires como una onda radial.


Y desde entonces
sus luces negó el Sol
y suponemos que has de volver
desde el mismo agujero que rompiste.




V


Por eso ya no lustramos el voto solemne, ya que no hay
Eterno. Desde el fondo del Laberinto se escucha el bramar
de las ametralladoras, suspirando como vigilante
del Círculo de los Violentos.


Danilos y marías eran de infinitas losetas
que abrazaban el transbordador, dirigiéndose febriles
hacia los labios de la Nebulosa.
Ella era delgada y hermosa, él
flexible como un gato. Subidos a la punta de la barca se explayaban
en recomendaciones para sus padres. Una vez arriba
se interrumpían las comunicaciones, intercambiaban miradas,
soplaban su última sonrisa
ante el grito más intenso de una estrella.


Y nunca emitieron la menor señal de queja,
ni derramaron una lágrima en la gendarmería.






CANCIÓN POR BILLIE HOLIDAY / Blanco de blancos


El invierno y el infierno se parecen
en una sola cosa:
..........................el hielo pelado que en la punta del día
nos coge de sorpresa y nos mastica.


Sin embargo, los senos blanquísimos del valle se levantan
y reina la paz por un momento
entre homínidos y ardillas y coníferas.
La gota es de cristal en el extremo de la rama
y el sol penetra su arco iris
por pastos y quebradas de los montes.
Se lían en el aire los olores
y el humo de una casa en los pezones invita a caminar
con todos los venados y castores
dejándonos rendidos como bebes,
pero ardientes al fin y sonriendo.


Al nacer sobre una taza de café me reconozco
simple y mortal como la gota
y como el hombre que a lo lejos me contempla
brillando estrangulado de una rama.



EPITALAMIO DEL POETA Y SU DAMA

I went to the Garden of love
and saw what I never had seen
William Blake


Ya no postergaremos el momento de la rama
y su boca de rosa como nunca oscura:
en el espacio liberado
miríadas de historias salpicarán cada día
a los bordes del pliego donde repten
unas huellas cuneiformes:
de semejante baile obtendrás
este pequeño informe
plagado de colmillos y de escamas, evocando
la presa que puntual llega a cubrir su caza grande:
Ven entonces, Bestia Mía,
con tu figura de concreto en actitud contrita
dibujando la forma cuneiforme
a la luz de la luna alucinada:
tu soberano socaire
cae como un manto de agua limpia
en la testa calcinada por la arena
y el arco de tus playas
donde lamen las tarucas su franja de sal turquesa
anuncia su inmediata apertura hacia la tierra:
destrózame todita de inmediato, murmuraste
en el más alto obelisco de las contemplaciones
y despegué mi escondite de retamas
zarpando como un zorro hacia el Jardín central:
Desde entonces se suspende todo trámite intermedio;
el universo se reduce a la lenta conjunción
de Marte sobre Venus, cosa nunca vista
de la rama
saliendo de su boca como nunca clara.

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