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martes, 6 de abril de 2010

POEMAS DE TOMÁS HARRIS (CHILE)



ZONAS DE PELIGRO


Así como largas y angostas fajas de barro
Así como largas y angostas fajas de noche
Así como largas y angostas fajas de musgo rojo
bajo la piel


Las zonas de peligro son ininteligibles. O las
prefigura un rojo disco de metal,
símbolo de un sol mohoso al fondo de una calle desmembrada
meado por los perros.


Las zonas de peligro son inevitables; te rodean
el cuerpo en silencio,
en silencio te lamen la oreja,
en secreto te revuelven el ojo,
sin el menor ruido te besan el culo
y los escasos letreros de neón ocultan su única identidad:
CAMPOS DE EXTREMINIO.




OROMPELLO I


Un disco pare es un ojo; una sangrienta córnea de latón.
Orompello es un puro símbolo echado sobre la ciudad.
Y las putas no tienen la culpa. Sólo cumplían con su deber.
El otro día nomás esperaba micro en la esquina del
baldío y oí una voz que me decía: “Ven y mira”.
Miré, y no había más que un caballo amarillo al tranco
por sobre la calle adoquinada.
Y un espejismo las putas vestidas de ropas blancas,
y un espejismo los eriazos floreciendo.
Repito, mientras esperaba micro en la esquina del baldío.
No me van a venir ahora con que Orompello es un puro símbolo
echado sobre la ciudad
y la casas siete casas con puertas de oro
y las putas siete putas vestidas con ropas blancas.




MAR DE LOS PECES ROJOS


Me pararon al frente, me dijeron
Habla
Y hablé.
Me pararon al frente, me dijeron
Desnúdate
Y me desnudé.
Me pararon al frente, me dijeron
Órnate
Y me incrusté oropel, pedrerías,
Oro falso
En el cuero.
(Aplausos)
No sufrí apremios físicos, debo decirlo,
Pero me rodeaba la muerte.
La noche, esa noche, era primordial.
Había calles angostas,
Pasos, gritos,
Cuerpos.
Los puntos cardinales estaban perdidos.
Yo estaba perdido, en un sueño, en una película.
La noche en Rumble Fisch.
El mundo era un círculo en blanco y negro
Despoblado por fantasmas
Habitado por dos peces rojos
Devorando s reflejo
a falta de víctima.
Todo esto era circular y referido por la muerte;
El mundo era circular, en blanco y negro, habitado
Por dos peces rojos devorando su reflejo.
Todo transcurría en el teatro o en el cine.
Todo transcurría en la calle o en un sueño.
Los puntos cardinales se habían perdido
Y el vértigo de la velocidad entraba por los ojos,
Por los poros,
Yo estaba poseído por efectos especiales.
La ciudad era un mar en penumbras,
Blanco y negro,
Dos peces rojos.
Devoraban sus reflejos.
Yo era un pez, Almirante, y la muerte
Otro pez.



MAR DEL DOLORIDO SENTIR


Me cosieron la boca y los ojos
Me inocularon coca cola en las venas
Todo transcurre en una película mexicana
What is your name me preguntó alguien
Desde alguna parte
Ahora ya no puedo seguir hablando por todos
Ustedes se esfumaron tras ese halo de luz
Los demás desaparecieron en ceniza
Se obliteraron en humo o lluvia de la ciudad
A mí me arrastraron por un pasillo angosto y húmedo
Como vientre
Rojo
(la intensidad del color filtraba la venda)
olía a pierna humana
como en el corredor de Maldoror
¿sugar mister? Me preguntan ocultos
por la radio tocaban un corrido
perros ladraban
la música se me emplasta por los oídos
por ahí puedo sentir bien
por acá no
el corrido comienza a arderme en los oídos
los hombres sacan pistolas
a mí me trataron como a todo prisionero de guerra
olvidando los tratados y la piedad
el pasillo se adensaba hasta el mismo color del miedo
ahora el espacio y las sensaciones eran intensidad pura
energía pura
mi cuerpo se confundía con el pasillo y mi pensamiento con mi
cuerpo
un perro negro metía y sacaba la lengua
muy rosada
la sangre me chispeaba en las venas
(me habían inoculado coca cola)
el pasillo se hacía verde azul dorado tras la venda
todo iba siendo brillo y color y ardor
I HAVE THE POWER
pensé entonces,
y desembocamos, como si fuera un coito, desembocamos:
aparecí en la calle Pedro León Gallo; había baldíos,
por todas partes, hierros viejos, raíles, huellas,
niños en desnutrición:
a la izquierda de mi cuerpo, de mi dolorido sentir,
había un túnel, rojo,
gruta vulva socavón o cueva,
las nubes descendían al nivel de mi cara,
un perro negro metía y sacaba la lengua,
amanecía en Concepción.

(De Cipango, 1992)



LOS SENTIDOS DE LA ÉPICA


Me he propuesto la difícil empresa
De enamorar por el resto de su vida a una sola mujer:
Como esos hombres de barbas rojas que perseguían
Por el resto de su vida la inconmensurable distancia,
Y la teñían de mar,
De cielos explotando,
De crepúsculos bordeando con la Nada y,
Al final,
Regresaban al punto de partida y el único
Sabor en sus bocas, además de la adorable sal,
Era la amargura de la certeza de que la tierra
Era una redonda y húmeda esfera:


Pero yo me he propuesto la difícil empresa de
Enamorar por el esto de su vida a una sola mujer:
Tengo muchos aspectos en mi contra:
Los primeros, los más comunes
El transcurso del tiempo, la decrepitud, el cansancio
De la mente y la sinopsis del gusano:
(El temblor de mis manos sobre su cuerpo sólo la
estremece)
El segundo, puede ser la vaga impresión
De desaliento al ver marchitarse las flores amarillas
Que tras un viaje por un océano de cipreses grises
Una vez le regalé:
También está la oscura tentación de descerrajar
Los cajones con llave que todos guardamos
En un recóndito ámbito: esos cajones con llave
Que tanto bien hacen al amor por su tranquilo misterio,
Que invariablemente compartimos, en silencio,
En la noche de insomnios y e la noche de sueños:
También está el deseo de partir nuevamente,
Que es consubstancial
a todo navegante
y yo soy un navegante:
También están mis manías, mis celos y mis insomnios,
Y ese gran amor a mí mismo que nunca me deja,
Ese atroz enemigo que gruñe, roe, escalda y se
Ríe a mis espaldas de mis muecas:
Ese atroz enemigo me recuerda en las noches,
Cuando subo a su cuerpo
El poema de Malcom de Chazal:


Cuídame de amarme demasiado
Volverías a ti mismo.
El amor es redondo.


Además está Ella Misma, como el mar tan
Amado por los navegantes, ese mar que en sus mareas
Lo podemos arribar, costa, o morir en él, altamar;
Pero también tengo algunas cosas a mi favor:
No sé si las menos o las más:
Fuera de las rosas amarillas y marchitas,
Mis insomnios, la compulsión de la partida,
Mis manías, el que sea un navegante, todo eso que ella
Ya adora y ama:
La certeza de que la única manera de enamorar
Por el resto de su vida
A una sola mujer
Es amando a una solo a mujer.


Eso, además de las rosas amarillas y marchitas,
De mis insomnios y la compulsión por la partida,
Dado que soy un navegante,
Y mis manos temblorosas y mis manías,
Y mi cojera,
Y la tentación de descerrajar sus cajones con lave
Y mis propios cajones con llave.


Pero también tengo a mi favor
El hecho de que cocino delicioso y que cuando la amo
La persigo por inconmensurables distancias y la tiño de
Mares y cielos explotando
De crepúsculos bordeando con la Nada, y,
Al final,
Regresamos al punto de partida
Y ahí el único sabor en i boca
Es la adorable sal de su boca:
Y sé que sí, que si regreso a mí mismo,
Que si el amor es redondo,
Al final de esta húmeda e inconmensurable esfera,
me aguarda ella, la mujer que me he propuesto amar
por el resto
de
mi
vida.


(De Crónicas Maravillosas, 1996)


PARTO




La boca de lobo me escupió
a una barriada postmedieval como un suspiro de monja sangrienta.
Así fue mi parto, así mi azul expulsión de la culpa.
Ahora que soy Lobo, puedo aullarlo al viento,
pues me han inculcado una Fe leprosa.


Sólo una Fe leprosa puede emanar de un bautismo dual,
de simientes pretéritas, en pleno Pleistoceno Postmedieval.
Y la placenta de la boca pineal de la loba que me malparió.
Mi parto en los yermos de la peste.
En la desolación sin, de su reyno de adormideras negras.


Empapado y aun fetal, Lobo se escabulle entre los yermos tristes
de tanto poder acumulado,
sólo queda entre las briznas la placenta delatora.
La loba madre debe comérsela antes de la llegada de los cazadores virtuales.
De los cazadores de brujas cibernéticas,
de los cazadores de réprobos, de los cazadores de lobas holográficas.
Pero si la loba madre no puede volver la placenta a su matriz aterida,
la placenta deberá hacer el trabajo sucio.


Y entonces será una placenta dentada, voraz,
una placenta hambrienta, deslizándose por los páramos
arrasados por las guerras intestinas, esa nueva economía del neo-feudo,
una placenta viscosa, porosa, espejeando el cielo,
una placenta hinchándose bajo el reflejo de Castor y Pólux,
una placenta arrasándolo todo a su paso, abriéndole camino al lobezno,
por la felpa agusanada y azul de la luna cómplice.



LA FE




Fuera de la boca de lobo, la Fe es lepra de sangre azul.
Fuera de la boca de lobo, la Fe es una estrella destripada.
Fuera de la Boca de lobo, la Fe es un cardenal orinando desde el cielo.
Fuera de la boca de lobo, la Fe es los pinchos y el garrote.
Fuera de la boca de Lobo, la Fe es tierra sin labrar, promontorios.
Fuera de la boca de lobo, la Fe es un desafinado canto gregoriano.
Fuera de la boca de lobo, la Fe es una pulga, una mosca, un ratón.
La pulga sangra a la Fe.
La mosca caga y fornica con la Fe.
El ratón corroe los huesos mondos de la fe.
Fuera de la boca de Lobo, la Fe es tormento y apostasía.
Fuera de la boca de lobo, la Fe es casulla y cuchillo.
Fuera de la boca de Lobo, la Fe es un poeta desollado, chorreante.
Fuera de la boca de lobo, de la Fe es culo de hermafrodita mancillado
por libertinos navegantes del ciberespacio.
Fuera de la boca de lobo, la Fe es un sacramento de fango,
hozado por piaras caníbales.
Fuera de la boca de Lobo, la Fe es silencio, silencio, silencio de Dios.
Fuera de la boca de lobo, la Fe es un asesino infeliz.
Fuera de la boca de lobo, la Fe es un santo con antifaz rosa.
Fuera de la boca de lobo, la Fe es NO.
Fuera de la boca de lobo, la Fe es la Esfinge, Calígula, Fitzcarraldo.
Fuera de la boca de lobo, la Fe es NO.
Fuera de la boca de Lobo la Fe es ¿Padre, por qué renunciaste a mí
renunciando a ti mismo?
Fuera de la boca de lobo, la Fe.
Fuera de la boca de lobo.
Fuera de la boca.
La Fe.
De la boca para fuera.



LOBO TAL COLERIDGE




¿Y si Lobo atravesara el bosque en sueños y el bosque en sueños fuera el Paraíso, en sueños, y le entregaran una muchacha desnuda, sólo para sus colmillos que en el sueño serían de un marfil precioso, y al despertar la muchacha desnuda estuviera junto a lobo, desgarrada y sangrante, en lo más recóndito de su gruta?


La muchacha desnuda sería una flor.


La muchacha desgarrada sería la prueba de que el Paraíso visitado por un lobo se tornaría en Infierno.


La muchacha desgarrada y sangrante sería un arquetipo del Mal.
La muchacha desgarrada y sangrante sería un arquetipo del Deseo
La muchacha desgarrada y sangrante sería un arquetipo de la Muerte.


Simplemente, vendrían los cazadores.





QUE WILLIAM BLAKE NO SE LEVANTE DE SU TUMBA




I


He orado para que William Blake no se levante de su tumba.
He oído noticias, de boca en boca, de trueno en trueno,
las noches de este crudo invierno, acá en Ciudad Gótica.
Todas dicen que William Blake se levantará de su tumba.
Qué haría William Blake fuera de la tumba.
Dicen que los años de muerte borran las huellas del lenguaje.
Cómo no, si los gusanos han corroído el cerebro
que alojaba las palabras y sus visiones.
No todo hombre es capaz de aguzar sus visones hasta producirlas
en un estado que podríamos llamar iluminaciones negras.
No, que William Blake no se levante de su tumba,
como se anda corriendo la voz.
Qué sería de Ciudad Gótica con esa sombra atroz arrastrándose
por los muros?
Yo tengo mujer, o una loba, no importa, que cuidar,
por eso no quiero que un tipo capaz de matar a un inocente
con tal de no apagar sus deseos se levante de su tumba.
Poseo una hermosa gruta ornada de estalagmitas
y estalactitas fluorescentes,
un jardín donde deslumbran los fuegos fatuos.
¿Cómo permitir entonces que ocurra este rumor,
este demasiado rumor, que William Blake se levantará
de la tumba al séptimo día del séptimo mes del séptimo siglo?:
Anatema sea.
Anatema sea:
The cut worm forgives the pow.




II


Emerge con el tórax en llamas, William Blake de su tumba,
de lápida en lápida,
de tiniebla en tiniebla,
muerto de lejana muerte y redivivo de imposible hálito,
mareado por el Leteo agitado esta noche de vientos tan fuera
de estación,
William Blake con ese aire de un Whitman embrujado,
envés del viejo de yerbajos y hojas y sexo,
este es un cadáver que va perdiendo poco a poco su putrefacción,
puede ser un dios a pesar de ser él, William Blake,
ya lo ha purgado todo en su poesía,
ya ha lavado todo las supuraciones de la muerte en sus proverbios,
ya ha hecho proverbial el Bien y el Mal en sus apotegmas,
y, para bien o para mal, los ha pulido, y ahora son espejos.
Así, camina nada más, el viejo William Blake recién
levantado de su tumba y se encuentra en las medianías
del cementerio con el lobo;
Te has levantado de tu tumba, le dice el lobo.
“Corrían rumores” dice William Blake.
“¿Para qué tanto enigma?”, pregunta el lobo.
“Dicen las voces que la poesía cambiará el mundo.
Que por fin adviene la verdadera Revolución, la de la poesía”,
musita, un tanto incrédulo William Blake.
¿Y eso era todo?, pregunta el lobo.
¿Y la plaga el crimen el incesto la ablación del Deseo?
pregunta el lobo.
“Oí lo que oí” responde William Blake.
Y la carcajada del lobo es tan brutal que devuelve
a William Blake a su tumba.
Y el lobo queda solo en la medianías del cementerio,
en Ciudad Gótica, y aúlla y trota entre las lápidas,
y piensa:
¿Por qué no se levantará mejor Marx de la tumba?




(De Lobo, 2007)






FENOMENOLOGÍA DEL VILLANO DE ESTOS POEMAS




Tengo sexo.
Todos los crepúsculos los ofrendo al sexo.
Mi mente es un cenicero de boîte manchado de sexo.
De cenizas amargas de sexo.
Copulo con lo que me ponen por delante.
Lo que venga de los Reinos que configuran el Cosmos:
Animal, Vegetal, Mineral, Onírico, Barro o Sal.
Tengo tanto sexo: por las calles del puerto, en las ruinas
de Palacio, en las ciénagas con las salamandras,
sexo, en los museos de mis dominios, sexo,
bajo los Caspar David Friedrich, los Giger, los Goya
y sus brujas untadas y todos los cabrones de la Landa.
Me revuelco y hozo en las brumas ocres
como el viajero en el mar de nieblas,
y los cuerpos y las rocas mutan en niebla sobre mi cuerpo.
Tengo demasiado sexo. Uf!
Por delante, por detrás, cunnilingus o
por las rendijas de la mente.
Mi glande es una Gigante Roja.
Y fumo mucho, tanto, y bebo alcohol y canto cuando
fornico sobre el dosel de nieblas de Caspar David Friedrich.
Y bebo, chupo como cochero cósmico,
como el auriga de Alfa Centauro,
el más curagüilla de todos los dioses,
y me inflo como un Zeppelín, Led Zeppelin y vuelo
Escalera al Cielo y busco al mejor de mis marranitos,
macerado en sangre,
y le paso la lengua y lo destapo
como un odre para que me inunde su sangre púrpura.
Me ducho con su sangre púrpura
y abro la boca bajo esa ducha orgánica y tibia,
y tengo la lengua pesada de sangre,
y todo mi corazón es una boca llena de sangre,
no, unas fauces acechando
en los altares de Caspar David Friedrich,
unas fauces llena de colmillos rojos de sangre y muescas
de los que he bebido, cerditos o marranitas,
me da lo mismo, porque también mamo como condenado.
Le chupo las tetas a la muerte. Uf! Glup! Dan tiritones.



(De Las dunas del deseo. Inédito)

viernes, 12 de marzo de 2010

POEMAS DE TERESA CALDERÓN (CHILE)






DE VUELTA EN EL TIEMPO

Para el más Ingenioso de los Hidalgos y a su Seguro Servidor

Al morir Cervantes
Don Quijote se quedó muy solo.

Cuando ya nadie recuerde
qué estuvimos esperando
en tantas idas y venidas por la historia,
irrumpirás entre los frisos del lenguaje


Altisidoras siempre habrá para el que sueña
un mundo más allá del blanco y negro.


Alguien afirma que el oro ya no existe
porque las babas del diablo cubrieron la arena


Estarás presente y la mentira insinuará
que la aurora es un perfil que se diluye.


Entonces odiarás al sol que hizo quebrar
al poderoso imperio de las lágrimas
porque a nadie le eran necesarias.


Pero no todo estará perdido.
Si navegas la luz en Clavileño
aunque la luna o la nieve
pudieran parecerte extrañas,
el secreto es compartido:
has vuelto a La Mancha
a perdonarnos.


ESTRATEGIA


Mujer que arranca del marido sirve para otra guerra.



CELOS QUE MATAN PERO NO TANTO


Hombres de mala ley, animales de mierda
que nos son capaces de hacer nada que no sean desgracias.
García Márquez


1


Ya había visto sus ojos en los tuyos
que no me miran que se mueren por verla.


2


Era un desliz definitivo.
Desde un bolsillo de secretos
un nombre de mujer
tu letra un número
la prueba final en la estructura mítica del héroe
-consultar Villegas, Juan- ¬desde el bolsillo
esa mujer
ese cuerpo de tus delitos.


3


Mañana marcaré ese número.
Repetiré la operación hasta dar con esa palomita.
Pienso decirle menos cosas de las que pienso.
Pero a ti, te lo advierto
nos encontraremos los tres y sean cuales fueren los resultados
te lo prometo
aquí va a haber un muerto
habrás un muerto en la familia
querido mío.


4


Como ves
o como no ves
estoy pendiente de ti.
Estoy el colmo de ti.


5


He aguzado el olfato
para husmearla mejor en tus camisas
en los jardines de tu pecho.
Si captaras la sutileza de mi oído
qué magnífico espectáculo
pegado a las puertas
el ojo a las cerraduras
como el náufrago a su tabla
y todo el océano para él solo.


6


Todos mis sentidos alerta pueden reconocerte
a una distancia de metros
bajo una niebla de película
en pleno centro de Santiago
a las doce del día en medio de la gente, animal.
Todos mis sentidos alerta.
Dije todos menos el sentido del humor.


7


Cuídate de mí, maldito, porque te amo.


8


Más vale que te cuides.
Tú sabes una caída en la ducha
esas son caídas fatales me entiendes
un remedio de más o equivocado te fijas
un accidente casero cualquiera tiene en la vida
arreglabas un enchufe y ¡oh, sorpresa, Fiat Lux! me comprendes
o el cuchillo de cocina guardado adentro de la cama
o el gas lento pero seguro no olvidemos.
Por eso, cuídate mejor que te encuentre confesado
oleado sacramentado y todo si te descubro amadísimo héroe.

9


Te acaricio te araño con táctica felina
porque estás mintiéndome
porque te juro lo sé todo
aunque no digas ni pío.


10


Tardaría la noche entera enumerando
los espantos que te haría
si se confirman mis según tu miserable opinión–
infundadas sospechas.
No tienes idea la de horrores que soy capaz
mi vida
la infinidad de maleficios que prepararía en la cocina
hasta dar con esa pócima
que te pusiera fuera de combate.

11


En esta guerra sangrienta
las matemáticas están claramente de tu parte
yo soy una y una no es ninguna.
Ante una ventaja así no cabría más
que deponer esas armas con las que no cuento
y saludarlos con mis mejores deseos:
que sean tremendamente infelices que se pudran.
Quiero que reciban periódicamente
a la cigüeña cargada de imbunches
que no falten al himeneo las reinas de la muerte,
las parcas de infalibles tijeras
¡Oh, Mnémesis
diosa fantástica de la venganza!




MUJERES DEL MUNDO: UNÍOS


Arriba mujeres del mundo
la buena niña y la niña buena para el leseo,
las hermanitas de los pobres y amiguitas de los ricos
la galla chora y la mosca muerta
la galla hueca y la medio pollo
la cabra lesa y la cabra chica metida a grande
canchera la cabra y la que volvió al redil


la que se echa una canita al aire


la que cayó en cana o al litro y la caída del catre


las penélopes mata haris y juanas de arco,
la que tiene las hechas y las sospechas
la que se mete a monja o en camisa de once varas


la mina loca la mina rica pedazo de mina


la que no tenga ni perro que le ladre
y la que “tenga un bacán que la acamele”


Arriba mujeres del mundo
la comadre que saca los choros del canto los pies del plato
y las castañas con la mano del gato
las damas de blanco azul y rojo
las de morado las damas juanas y damiselas
todas las damas y las nunca tanto


la liviana de cascos y la pesada de sangre
la tonta que se pasó de viva y la tonta morales
la que se hace la tonta si le conviene
la que no sabe nada de nada
y ésa que se las sabe por libro.


La madre del año arriba,
madre hay una sola
y las que se salieron de madre.


Arriba mujeres del mundo:
la cabra que canta pidiendo limosna
la que como le cantan baila
y la que no cantó ni en la parrilla.


Arriba todas las que tengan vela en este entierro
la que pasa la lista y la que se pasa de lista
la aparecida y la desaparecida
la que se ríe en la fila y la que ríe último ríe mejor:


la natasha la eliana la pía
la paz la anamaría la lila
la angelina y la cristina
la que anda revolviendo el gallinero
la que pasa pellejerías y la que no arriesga el pellejo
la dejada por el tren o por la mano de Dios.


Que se alcen las mujeres con valor
las pierdeteuna y la que se las ha perdido todas
la percanta que se pasa para la punta
la que nadie lleva ni de apunte
y esa que apuntan con los fusiles.





La vida: el gran laboratorio de la muerte plagado de tristes ratas.




&


Habría que retroceder la historia hasta descubrir la evolución con las manos en la masa.




&


Abrían sus fauces los camiones de la tarde.
Todo se lo tragaban. La lozanía de la fruta participando del misterio y de la muerte.


Convincente la escoba barriendo la piel los huesos tatuados por el pavimento y tendones estallando y cartílagos sangrientos y briznas de pasto y ramas secas recolectadas en la caída.


El más grande de los desperdicios mi pobre basura biodegradable entrando en la ambulancia.




&




¿Cielo?
¿Infierno?
¿A qué estado de nada
a qué mazmorras
irán a dar los espantados
los muertos de miedo
los que tienen perdida la fe
los atorados con el trago amargo
de sus propios pasos perdidos
los aterrados de la vida por delante
los jóvenes poetas aspirantes
al suicidio?




&


Una tristeza como ésta
–los griegos ya lo sabían-
la registra el ADN
de generación en generación
por los siglos de los siglos.




&


Esta pena negra no es cuestión de boticarios.




&


El suicidio
dijo el actor
es una muerte
en defensa propia.




INSTRUCCIONES PARA AMAR UN ÁNGEL


En primer lugar, la afectada por la presencia de un ángel se dará cuenta del hecho enseguida.
Encandilada por un hombre cuya voz jamás había oído, le parecerá perfectamente conocida. El brillo inquietante de unos ojos que la miran, le hará creer haberlos visto desde siempre. Sobrecogida por el ritmo de un baile una tarde de lluvia, usted perderá el sosiego de por vida.
Entonces sus sueños empezarán a llenarse de mares encrespados y cielos que se nublan repentinamente y lluvias que se desatan y vientos que se la llevan en todas direcciones.
Usted desde ese mismo momento quedará a la deriva, perdida, sin brújula, sin voluntad y sin memoria.
Los ángeles no son conscientes de su angélica condición, por lo tanto seguirán actuando en forma natural y humana.
Por lo general los ángeles son poetas. Los ángeles suelen llamarse Tomas, Alfredo, Raúl, Carlos, Antonio, Roberto, Pablo, Andrés, Rubén, Gustavo, Diego, Miguel, Juan…
Cuando se encuentre con un ángel, debe hacerle prometer de inmediato y delante de testigos, que más adelante, que tal vez, que algún día, que en la próxima vida….
Los ángeles suelen quedar prendidos en la memoria, abrazados a su corazón, cantando en su alma la música del paraíso.
Para amar a un ángel hay que visitarlo en los sueños; acercarse despacito y hablarle lentamente. Los ángeles se asustan con facilidad al ser reconocidos.
Cuando se enamore de un ángel, usted tendrá que resignarse a que ese ángel jamás se va a enamorar de usted, porque no todas las mujeres tienen en su destino encontrarse con un ángel. Porque las mujeres como yo que se enamoran de hombres como tú están perdidas.
Porque en realidad usted no es una mujer sino una triste ángela caída en la desgracia de un amor tan grande.

miércoles, 10 de marzo de 2010

POEMAS DE JUAN GUSTAVO COBO BORDA (COLOMBIA)



EPITALAMIO

Dame luz que yo seré tu sombra.
Dame agua que yo seré tu sed.
Es tan corta la eternidad
para empezarnos a querer.

Acúname
en la desvalida tibieza
con que todos nos sabemos
inermes y desnudos.
Cobíjame con la fuerza
que yo te daré.

Abre siempre el día
con un vibrante
sonido de trompeta.
Cierra siempre el día con la flauta dulce
que aviva el fuego secreto
de la intimidad.
Conjuguemos un plural
tan férreo como libre.

Déjame ser la niña que corría en el jardín.
Déjame ser el niño que ganaba el mayor premio
y seguía jugando indiferente y feliz.
Mis sueños más oscuros se han hecho clarividentes para ti.
Respeta mi utopía, que es la tuya también.



BÚSQUEDA

¿Qué aguijón
nos obliga a ir
tras espejismos?

¿Con qué fuerza
irreprimible
la sugerencia
de la dicha
nos encadena
a imágenes obsesivas?

Mares que rugen
dejan abierto un abismo.

Aquel que conduce
al más vasto
continente desconocido.

Las feroces selvas
donde late
el corazón imbatible
a la espera de quien
vuelva música
su delicado,
su atroz latido.

 LAS MADRES TERRIBLES

Se creen perpetuamente jóvenes
y amigas descomplicadas de sus hijos
pero los castran con sevicia.

Expertas en el chantaje afectivo
proclaman a los cuatro vientos
lo invaluable de sus sacrificios.

Hasta que un día,
con la cara manchada por el cigarrillo,
reciben el portazo
con que sus hijos se van,
rotos pero felices,
escupiendo sobre su falacia
de carceleras honestas, francas y comprensivas.

Se quedarán atónitas
en busca de un almuerzo, una salida,
una misa, un psicoanalista.

Las comidas con bolero,
guitarra y amante efímero
que aleje por pocos días
el espectro de su rostro
ya roído
por la grandeza inconmensurable
de su infinito vacío

 GRECIA DE NUEVO

Playas ásperas de piedra
y el sol y la luna
conviven bajo un mismo cielo.

Aroma de cordero
y las estatuas caídas,
al desgaire,
entre los matorrales del museo.

Tiendas de dulces, recargados de miel
y siempre el tropel bullicioso
de empleados públicos en huelga:
Maestros, médicos, oficinistas.

Pequeñas iglesias
saturadas de incienso
y en los muros,
del génesis al Apocalipsis,
la historia integra
con su dorada aura
de icono bizantino.

Los ritos ortodoxos
se vuelven aun más puros
en el recoleto jardín de los monasterios.
Ese silencio venció a los turcos

Grecia zarpa de nuevo
para detener, hoy como ayer,
los toscos ídolos persas
y sus reyes rudos.



DE VIVA VOZ


El amor es monstruoso.
Ya no recordamos
si alguna vez
fuimos otro distinto
de quien sólo existe
para escuchar una voz,
una exigencia brutal,
la dulzura inenarrable
de un "te adoro, te adoro, te adoro",
un sarcasmo helado,
un sol bajo el cual
todo florece de nuevo.
(Cuando ella gritaba "loco"
y la espuma de su vientre
desbordaba fresca y ávida).


El amor es mortal:
te congela los pies
si huyes de él.

AUTÓGRAFO

A los poetas de antes
les pedían, generalmente, un acróstico.
Sólo que ahora,
cuando el rencor es la única palabra
que sé pronunciar,
¿con qué enrevesada caligrafía
(letra palmer, ¿no?)
lograré transmitir el profundo desprecio
que hay en mí?
Aprieto los dientes, y sigo,
exento de todo romanticismo:
mi tarea consiste
en redactar notas necrológicas
dos o tres veces al año.
A quien se debate, también,
entre el abandono y la lástima:
tal podría ser la grandilocuente dedicatoria,
y luego los prolijos catorce versos,
llenos de almíbar.
Qué decirte
que no te hubieran dicho ya,
la muchacha de la casa, la tía solterona:
resignación y experiencia.
A los libros, quítales el polvo;
ordena el closet, y consigue aquellas matas
que siempre has querido para el balcón del
apartamento.
(La tragedia consérvala en secreto).

 POÉTICA

¿Cómo escribir ahora poesía,
por qué no callarnos definitivamente
y dedicarnos a cosas mucho más útiles?
¿Para qué aumentar las dudas,
revivir antiguos conflictos,
imprevistas ternuras;
ese poco de ruido
añadido a un mundo
que lo sobrepasa y anula?
¿Se aclara algo con semejante ovillo?
Nadie la necesita.
Residuo de viejas glorias,
¿a quién acompaña, qué heridas cura?


CAVAFIS

Las calles de Alejandría están llenas de polvo,
el resoplido de carros viejos y un clima
ardiente y seco cerrándose en torno a cada cosa viva.
Incluso la brisa trae sabor a sal.
En el letargo de las dos de la tarde
hay un ansia secreta de humedad
y el tendero busca en sueños, con obstinación,
la áspera suavidad de una lengua inventando la piel.
Bebe con avidez el agua amarga de la siesta
y despierta cansado por ese insecto que vibra insistente.
La frescura de la tarde desaparece también
y su única huella fue este sudor nervioso
y el bullicio que minuto a minuto agranda los cafés.
Pasan los muchachos, en grupo, alborotando
y aquel hombre comprende
que ninguna palabra logrará atrapar sus siluetas.
La noche devora y confunde
haciendo más largo su insomnio,
más hondos sus pasos por sucias callejuelas.
El amanecer lo encontrará contemplando
ese velero que abandona el muelle
y atraviesa la bahía, rumbo al mar.

lunes, 8 de marzo de 2010

POEMAS DE JORGE BOCCANERA (ARGENTINA)




ALEJANDRA PIZARNIK ABRE SU CUADERNO DE APUNTES


A Jorge Arturo


El hombre que saca la cabeza del agua,
es un pez y se asfixia.
El pez que mete la cabeza en el agua,
es un hombre y se ahoga.


El poeta escribe en la línea del agua,
y se asfixia,
y se ahoga.



EXILIO


Expulsados de la selva del sur de Sumatra
por los hombres que vienen a poblarla, 130
elefantes emprendieron hoy una larga marcha
de 35 días hacia la nueva ciudad que les fue
asignada.
(AFP. 18/11/82)


No hay sitio para los elefantes.
Ayer los expulsaron de la selva en Sumatra,
mañana alguien les impedirá la entrada al Unión Bar.
Yo integro esa manada hacia Lebong Hitam,
yo sigo a la hembra guía,
cargo con la joroba de todas mis valijas sobre las
cuatro patas del infierno.
Llegarán a destino –dijo un diario en Yakarta.
Los colmillos embisten telarañas de niebla.
Llegarán a destino,
viejas empalizadas que sucumben bajo mareas de carne.
Llegarán -dijo el diario.
Más la estampida cruza por suelos pantanosos
y mi patria –la mía- es sólo esta manada de elefantes
que ha extraviado su rumbo.
¡Guarde celosamente la selva impenetrable este ulular
de bestias!
Tambores y petardos, acompañan.
Algo de todo el polvo que levantan, es mío.


UN HOMBRE GRITA EN NUEVA YORK


quiere ver a la mujer aquélla
vestida de mujer aquélla
quiere ver sus muslos inflamables
su regular concupiscencia ?
conocer a sus pechos desordenando el mundo
acérquese
ponga el ojo aquí sobre la sien
justo en el agujero de la bala.



CARTA DEL SUICIDIO

lo poco que he vivido
me ha hecho perder
demasiado tiempo



ORACIÓN PARA UN EXTRANJERO


VI


Lluvia,
somos dos extranjeros,
mi nombre como el tuyo es una travesía,
un deambular por puertas cerradas para siempre.

La gente entra en mi sueño como por otra casa
y tus breves colores se deshacen contra el olvido,
pero ya lo sabemos,
no hay nada que tratar con su navaja,
nada que preguntar en sus regiones.

Lluvia,
somos dos extranjeros,
nos separa una herida.



CORRÍA EL AÑO 1917


Magro, cetrino, casi hierático, me pareció
un árbol deshojado. Su traje era oscuro
como su piel oscura.
Ciro Alegría
Un Santiago de Chuco de labios apretados lo ve
pasar y dice: como si la victoria y la derrota
comieran de su plato y dice: como un hueso
escarbando en el habla de nadie, ¿y tanto así?


Pasa un zumbido un triste alguna capa un capellán
un globo sin su niño un ala que saluda las tardes
son iguales aquí pasa Vallejo navegando en el polvo
de las demoliciones.


Como si la victoria (se lo dije) como si la
derrota (¿no le digo?) comieran de su plato y
él escupiera el plato porque un dedo de sangre
va abriéndole los ojos porque hay un aguacero
que se lo lleva todo.


Pasa el maestro de escuela por las calles vacías.
Una mano cortada lo lleva de la mano.




HADA


Se alimenta de carne de venado, de hojas grandes y
verdes, pero vomita nieve.
Se desliza a gran velocidad, sube a los altos picos y
cuenta lo que todos callamos.
¿Podría patinar sobre un pie? ¿Dibujar en un pie?
Voy a decirlo de otro modo: la Sordomuda pasa con su
cuerpo ladeado para recuperar el equilibrio.
Aquí todos la aclaman: “no hay palabras, es única”.


Con su pasamontañas se desliza.
Clava sus espolones y mi lengua aterida se
enrolla en viejos miedos.
Y así ella se alimente de frutas amarillas o de peces
plateados, siempre vomita nieve.
Cuando vomite al bosque, yo lo conoceré.
Ahora está en la pendiente: “no hay palabras, es
única”.
Yo rito del trineo, con mi hocico escarchado poco
puedo decir.
Para ella los aplausos porque puede bailar, dar
vueltas como un trompo.
Y si se lo propone,
podría leerle los labios a un muñeco de nieve.