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lunes, 22 de febrero de 2010

POEMAS DE RAÚL ZURITA (CHILE)



LAS CORDILLERAS DEL DUCE


Frente a la cordillera de los Andes
Desde el oeste como la noche
Las cordilleras del Duce avanzando


i. No son blancas las cordilleras del Duce


ii. La nieve no alcanza a cubrir esas montañas del oeste


Detenidas frente a la cordillera de los Andes aguardando
como un cordón negro que esperara la subida final de todas
ellas allá en el oeste solas agrupándose tras la noche


iii. Porque frente a los Andes se iban agrupando como la
noche del oeste


iv. Por eso la nieve no cubre las cordilleras del Duce
Sus cumbres son la noche de las montañas
Ciñéndose de negro frente a las nieves de Chile como si los
nevados no fueran otra cosa que espinas hiriendo la noche y
ellas pusieran entonces la corona sangrante de los Andes


v. Por eso de sangre fue la nieve que coronó las cumbres
andinas


vi. Porque sólo la muerte fue la corono ciñó de sangre
el horizonte


vii. Y entonces ya coronados todos vieron las cordilleras
del Duce ceñirse sobre Chile sangrantes despejadas
como una bandera negra envolviéndonos desde el poniente
Aunque No Sea Más Que Una Quimera

i. Y quién diría si enverdecen de nuevo las llanuras


ii. Quién si cantaran de un nuevo verdor estos pastos
Porque quién diría si los quemados pastos florecieran con los
valles y los valles con Chile entero cantaran entonces la
gloria que deslumbra los paisajes: la quimera de estos pastos


iii. Chile florecería así la quimera sobre sus pastos


iv. Todos se verían escuchando entonces la gloria que
les cantó por las llanuras
Porque muriendo verían taparse los valles con las glorias que
cantaban y todos resonarían entonces como una quimera que les
floreciese cubriendo estos paisajes: el cantar de las llanuras


v. Chile escucharía entonces cantar los pastos de las
llanuras


vi. Hasta las piedras se abrazarían allí embelesadas
sobre el pasto


vii. Y quién diría entonces que no florecen de nuevo los
pastos de nuestra vida aunque no sea más que una
quimera cantándose todos de gloria la reverdecida


CORDILLERAS


/CI/


Se hacía tarde cuando ya tomándome un hombro
me ordenó:
"Anda y mátame a tu hijo"
Vamos -le repuse sonriendo- ¿me estás tomando el pelo acaso?
"Bueno, si no quieres hacerlo es asunto tuyo,
pero recuerda quién soy, así que después no
te quejes"
Conforme -me escuché contestarle- ¿y dónde
quieres que cometa ese asesinato?
Entonces, como si fuera el aullido del viento
quien hablase, El dijo:
"Lejos, en esas perdidas cordilleras de Chile"


EL DESIERTO DE ATACAMA IV

I. El Desierto de Atacama son puros pastizales
II. Miren a esas ovejas correr sobre los pastizales del desierto
III. Miren a sus mismos sueños balar allá sobre esas pampas infinitas
IV. Y si no se escucha a las ovejas balar en el Desierto de Atacama nosotros somos entonces los pastizales de Chile para que en todo el espacio en todo el mundo en toda la patria se escuche ahora el balar de nuestras propias almas sobre esos desolados desiertos miserables


EL DESIERTO DE ATACAMA V


Di tú del silbar de Atacama
el viento borra como nieve
el color de esa llanura


I. El Desierto de Atacama sobrevoló infinidades de desiertos para estar allí
II. Como el viento siéntanlo silbando pasar entre el follaje de los árboles
III. Mirénlo transparentarse allá lejos y sólo acompañado por el viento
IV. Pero cuidado: porque si al final el Desierto de Atacama no estuviese donde debiera estar el mundo entero comenzaría a silbar entre el follaje de los árboles y nosotros nos veríamos entonces en el mismísimo nunca transparentes silbantes en el viento tragándonos el color de esta pampa.


PASTORAL DE CHILE
III


Allá va la que fue mi amor, qué más podría decirle
si ya ni mis gemidos conmueven
a la que ayer arrastraba su espalda por las piedras
Pero hasta las cenizas recuerdan cuando no era
nadie y aún están los muros contra los que llorando
aplastaba su cara mientras al verla
la gente se decía "Vámonos por otro lado"
y hacían un recodo sólo para no pasar cerca de ella
pero yo reparé en ti
sólo yo me compadecí de esos harapos
y te limpié las llagas y te tapé, contigo hice agua
de las piedras para que nos laváramos
y el mismo cielo fue una fiesta cuando te regalé
los vestidos más lindos para que la gente te respetara
Ahora caminas por las calles como si nada de esto
hubiera en verdad sucedido
ofreciéndote al primero que pase
Pero yo no me olvido
de cuando hacían un recodo para no verte
y aún tiemblo de ira ante quienes riendo te decían
"Ponte de espalda" y tu espalda se hacía un camino
por donde pasaba la gente
Pero porque tampoco me olvido del color del pasto
cuando me querías ni de azul
del cielo acompañando tu vestido nuevo
perdonaré tus devaneos
Apartaré de ti mi rabia y rencor
y si te encuentro nuevamente, en ti me iré amando
incluso a tus malditos cabrones
Cuando vuelvas a quererme
y arrepentida los recuerdos se te hayan hecho ácido
deshaciendo las cadenas de tu cuello
y corras emocionada a abrazarme
y Chile se ilumine y los pastos relumbren



IV


Son espejismos las ciudades
no corren los trenes, nadie camina por las calles
y todo está en silencio
como si hubiera huelga general
Pero porque todo está hecho para tu olvido
y yo mismo dudo si soy muerto o viviente
tal vez ni mis brazos puedan cruzarse sobre mi pecho
acostumbrado como estaban al contorno de tu cuerpo
Pero aunque no sobrevivirán muchas cosas
y es cierto que mis ojos no serán mis ojos
ni mi carne será mi carne
y que Chile entero te está olvidando
Que se me derritan los ojos en el rostro
si yo me olvido de ti
Que se crucen los milenios y los ríos se hagan azufre
y mis lágrimas ácido quemándome la cara
si me obligan a olvidarte
Porque aún hay miles de mujeres en quien poder
alegrarse y basta un golpe de manos
para que vuelvan a poblarse las calles
no reverdecerán los pastos
ni sonarán los teléfonos ni correrán los trenes si
no te alzas tú la renacida entre los muertos
Hoy se han secado los últimos valles
y quizá ya no haya nadie
con quien poder hablar sobre la tierra
Pero aunque eso suceda
y Chile entero no sea más que una tumba
¡Despiértate tú, desmayada, y dime que me quieres!


LA VIDA NUEVA


MI DIOS ES HAMBRE
MI DIOS ES NIEVE
MI DIOS ES NO
MI DIOS ES DESENGAÑO
MI DIOS ES CARROÑA
MI DIOS ES PARAÍSO
MI DIOS ES PAMPA
MI DIOS ES CHICANO
MI DIOS ES CÁNCER
MI DIOS ES VACÍO
MI DIOS ES HERIDA
MI DIOS ES GHETTO
MI DIOS ES DOLOR
MI DIOS ES
MI AMOR DE DIOS

(Raúl Zurita, sobre el cielo de Nueva York, 1982)

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